Ser la Paz.

FÁCIL Y DIFÍCIL.

         Entender el por qué de la inclinación humana al conflicto, a sabiendas de que ello deriva en el propio sufrimiento día a día; es un tema de análisis que va con nosotros los humanos desde el primer instante en que se nos ocurrió detenernos a pensar sobre ello.
Al parecer, dada la preponderancia de milenios -quizá de millones de ellos- conviviendo con el ruido mental que produce pensar en forma permanente en aquéllo que nos puede servir de excusas para no detenernos a saborear el silencio; es el motivo de que parezca más fácil vivir confrontando que comprendiendo el sentido de una vida en equilibrio interior.
Esto no habla de grandes temas sociales sino de aquéllos que por individuales suman y hacen al enojo colectivo.
A veces el ego traiciona a quienes creen tener en sus manos la paz de todos sin que antes hayan logrado la respuesta a una pregunta que viene desde que el humano está en la Tierra: - ¿Te conoces a ti mismo?
Cada uno de nosotros teme muchas veces escuchar su propia mente; analizar lo que piensa y para qué lo hace; descubrir que tiene anhelos y que -cuando los cumple- no tarda en sentir nuevamente el vacío caótico que implica estar a solas con uno mismo.
Sincerar la propia guerra interna es más fácil que seguir buscando grandes asuntos fuera de nosotros mismos.
Graciela González.



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