Genes y emociones.

¡Amores!

Es sólo gracias a las experiencias que vivimos a diario como somos capaces de volver a sentir las mismas emociones que atraviesan nuestros genes desde antes de nacer.
Porque de antiguas memorias se tratan los conflictos que vivimos como humanos; memorias de dolor, de miedo y de constante insatisfacción interior.
Solemos engañarnos pasando por alto muchos detalles que suelen ser los mejores indicadores de aquéllo que debemos sanar y es por eso que tantas veces seguimos dando vueltas en el mismo laberinto de esa Vida que no alcanzamos a entender.
Detenernos en las pequeñas señales nos dan la clave para entrar en los grandes caminos.
Con Amor,
Graciela Khristael

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