El Árbol Maestro.

¡Amores!

No es de suertes que se trata la Vida, ni de acumulación de datos ni de presuntuosas imágenes del "uno mismo". Todo eso es parte del engaño al que nos sometemos porque una vez que creamos un mundo de ilusión para compartir, a nadie se le ocurriría desarmar el escenario.
Sin embargo, de vez en vez, que en realidad es de siempre en siempre; la atención puesta en los detalles de los hechos cotidianos pueden revelarnos una gran verdad tan simple y tan inmensa como la que me ofreció un árbol esta mañana quien sin moverse de la plaza, sin hacer ademanes con sus ramas, sin especular con su tamaño y longevidad; sin hacer alardes de la enorme experiencia como testigo de las conductas humanas y sin más actitud que el acto de estar allí en el presente; me demostró que todo viene a nosotros sin que vayamos por ello cuando el alma se aquieta y la paz se instala en el corazón.
Si dejas que tu ego te domine, seguirás dividiendo en lugar de sumar.
La Paz verdadera no es el resultado de una competencia sino de la comprensión del enorme protagonismo que tienes como instrumento del despertar.
Hurga la gratitud en ti mismo y dejarás de seguir tan separado de Todo.
Con Amor,
Graciela Khristael

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